martes, 1 de noviembre de 2011

JOSELU Y MANUEL "Mi suegra" (Movieplay, 1974)



  Buenas tardes tengan ustedes compadres.

  Me contaba mi señora suegra -hace nada, tras varios días uno en el hospital, acompañando y ayudando en lo posible- mientras A. dormía y descansaba después de la operación, al hilo de la capilla del hospital, de la que acababa de subir:

 "En todas las iglesias hay un tontito que ayuda. Las monjitas se sienten mejor, les hace sentirse útiles y ellos van todos muy aseados, muy limpitos, impecables".

 Visto ahora en perspectiva ¿Por qué me da que hablaba de mi?. Que es muy lista y tiene mucha guasa la señora, no lo saben ustedes bien. Ojo clínico, nunca mejor dicho.


    Y es que siendo ese un asunto siempre vigente, de acuciante y eterna actualidad, merecía pasar a la posteridad. El de las suegras, digo. Seres habitualmente vilipendiados. Acusadas de tener un empeño inasequible en presionarnos, cual medio centro carnicero, en pos de lo mejor para sus hijas. Hadas malignas -en el mejor de los casos- capaces de sumirnos en la bebida o, lo que es peor, de inducirnos a coquetear con sustancias a las qué, de no ser por ellas, jamás habríamos osado acercarnos. Mujeres de una pieza que pretendieron un prohombre y muchas veces tienen que conformarse con un simple prehombre. Así de triste y dura es su titánica tarea. Háganse cargo.
Joselu y Manuel tomaron al toro por los cuernos y decidieron dejar la pertinente reflexión. Vista de un modo imparcial. O probablemente no. Adecuada a los tiempos en cuanto al estilo, faltaría más. Partiendo del inicio de "Shaft" y de la partitura de Alejandro Jaén para la sintonía del programa televisivo "625 líneas", de ambas en realidad. El armamento en perfecto estado: un bajo atronador, los vientos desmelenados y un cochambroso pedal wah wah (sitúense, hagan el favor, estamos en 1974) nos dan fiel reflejo de la problemática, toda ella fidedignamente narrada y sentida.

 Sin embargo, uno, rodeado de mujeres en su día a día, le concede a tal asunto un carácter meramente sociológico, mitológico si queremos hacer justicia al fenómeno y sus efectos. Y digo esto por hallarme rodeado de mujeres estupendas: madre, mujer, hija... Y sí, también suegra.

"Ella a ti quiere buscarte un conde, un duque o un marques, y no sabe que es conmigo con quién te sientes mujer"

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